Personas cuidadoras
Cuidar a una persona en situación de dependencia implica asumir múltiples tareas físicas, emocionales y organizativas. Aunque puede vivirse con afecto y sentido del deber, también puede conllevar sobrecarga, desgaste físico y emocional o aislamiento. Por eso, proteger la salud y el bienestar de las personas cuidadoras es una prioridad sanitaria y social.
Personas cuidadoras
¿Por qué es importante cuidar también a quien cuida?
Los estudios coinciden en que una proporción significativa de las personas cuidadoras, sobre todo familiares, experimentan el llamado síndrome del cuidador, con síntomas como:
- Cansancio constante y sueño de mala calidad.
- Dificultad para desconectar del rol de cuidado.
- Ansiedad, irritabilidad o tristeza persistente.
- Aislamiento social y abandono de intereses propios.
- Aparición de problemas físicos (dolores, insomnio, hipertensión…).
Cuidarse no es egoísmo, es salud. Solo si la persona cuidadora está bien, podrá ofrecer unos cuidados de calidad y mantener el vínculo con la persona dependiente desde el equilibrio y la dignidad.
¿Qué puedes hacer para cuidarte si cuidas?
- Reconoce cómo te sientes: Aceptar que cuidar es una tarea exigente ayuda a prevenir el desgaste emocional. Validar tus emociones y pedir ayuda cuando lo necesites no te hace peor cuidador, te hace una persona consciente y responsable.
- Mantén tus propias rutinas: Conserva al menos una parte de tus actividades: caminar, leer, hacer videollamadas, cocinar con calma… Los espacios de desconexión no son un lujo, son un salvavidas emocional.
- Cuida tu descanso y alimentación: Dormir lo suficiente y comer de forma equilibrada es esencial para sostener tu energía. No dejes tu salud en segundo plano: vigila tus chequeos, toma tus tratamientos si los necesitas y respeta tus pausas.
- Pide ayuda y delega: No puedes (ni debes) hacerlo todo. Acude a tus servicios sociales de zona, asociaciones de pacientes, entidades del tercer sector y, por supuesto, a tu centro de salud. Habla con tu médico o enfermera de familia: pueden ayudarte a valorar tu estado físico y emocional, orientarte sobre prestaciones y recursos disponibles y derivarte a otros profesionales si es necesario.
- Infórmate y fórmate: Conocer bien la enfermedad o situación de la persona cuidada, aprender a movilizarla o saber cómo gestionar medicamentos reduce el estrés, previene lesiones y mejora la seguridad. Muchos centros ofrecen formaciones, talleres y guías prácticas.
- Mantén tus vínculos sociales: El aislamiento emocional es un factor de riesgo importante. Habla, sal, escucha, ríe, cuéntalo. Compartir experiencias en grupos de apoyo ha demostrado ser eficaz para reducir el estrés y aumentar la sensación de acompañamiento.
Cuidar también es cuidarse. Invertir en el bienestar de quienes cuidan no solo mejora su calidad de vida, sino también la de las personas cuidadas y el conjunto de la familia. Prevenir la sobrecarga, promover la salud y ofrecer apoyos efectivos debe ser parte central de cualquier estrategia sociosanitaria.
¿Cómo solicitar ayudas si cuidas a una persona dependiente?
Si eres persona cuidadora, existen varios recursos y apoyos disponibles para ayudarte en tu labor. A continuación, te explicamos cómo solicitarlos en Castilla y León:
- Acude a tu centro de salud
El primer paso es dirigirte al trabajador social de tu centro de salud, quien puede orientarte sobre los recursos y apoyos disponibles, tanto a nivel sanitario como social. El trabajador social podrá informarte sobre las ayudas económicas, servicios de respiro familiar, centros de día y otros recursos que pueden aliviar tu carga. - Servicios sociales de tu municipio
Los servicios sociales de tu municipio o zona básica de salud ofrecen información y asesoramiento sobre: - Ayudas económicas para la persona dependiente o para la persona cuidadora.
- Respiro familiar, programas de apoyo temporal que permiten a los cuidadores descansar mientras la persona dependiente recibe atención.
- Centros de día y atención domiciliaria, que pueden proporcionar apoyo en tareas diarias de cuidado y aliviar la carga del cuidador.
- Prestaciones del sistema de salud
A través de la Seguridad Social y la Ley de Dependencia, las personas cuidadoras también pueden acceder a diversas prestaciones como: - Incapacidad temporal, en caso de que la persona cuidadora sufra una sobrecarga emocional o física significativa.
- Servicios especializados para la persona dependiente, incluyendo atención de profesionales sanitarios y terapéuticos.
Es importante saber que el trabajador social es tu punto de contacto para poder acceder a todos estos servicios y orientarte sobre cómo gestionar estas solicitudes.
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