Nefritis Lúpica
La nefritis lúpica es el nombre que recibe la afectación del riñón más característica y frecuente en el lupus eritematoso sistémico (LES).
Nefritis Lúpica
- Lupus
- Enfermedad renal
- Riñones
Introducción
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad crónica capaz de afectar prácticamente a todos los órganos del cuerpo.
La nefritis lúpica es el nombre que recibe la afectación del riñón más característica y frecuente en el lupus eritematoso sistémico (LES).
Se presenta en casi la mitad de los pacientes con LES, y suele hacerlo en los primeros años tras el inicio de la enfermedad, o incluso puede ser su primera manifestación. Como en otras manifestaciones del LES, el sistema inmune, encargado de defendernos de las agresiones externas e internas, falla en su función y es el responsable de la nefritis lúpica.
Aunque en las fases iniciales puede ser asintomática, los pacientes con nefritis lúpica pueden presentan malestar general, fiebre, hinchazón, disminución de la cantidad de orina, aumento de la tensión arterial y alteraciones en los análisis de sangre y orina, destacando la anemia, el aumento de la creatinina, la presencia de anticuerpos anti-DNA de doble cadena, disminución del complemento en sangre y presencia de proteínas y glóbulos blancos y rojos en orina, junto con otras alteraciones comunes al conjunto de pacientes con LES. En algunos casos hay mayor riesgo de trombosis.
Si se sospecha que un paciente con LES puede tener también un brote (episodio agudo) de nefritis, debe practicarse una prueba, denominada biopsia renal, que permite aclarar la naturaleza de la lesión. También se descartan con este procedimiento otras alteraciones renales que no son nefritis lúpica en sentido estricto.
Causas y factores de riesgo
De una forma sencilla podemos decir que un estímulo externo (ajeno a nuestro propio cuerpo) y que desconocemos (ciertas infecciones virales, radiación ultravioleta, algunos tóxicos ambientales entre los que se encuentra el tabaco), actuando en un contexto hormonal favorecedor (estrógenos) induce, en determinados individuos predispuestos de forma genética, una respuesta inmune anómala responsable del daño renal.
Síntomas
La nefritis lúpica, en su fase inicial, puede ser asintomática, es decir, no provocar ningún síntoma, y presentar únicamente signos que el médico identifica en la exploración del enfermo, como por ejemplo aumento de la tensión arterial o edema (en las piernas o en la cara), o en forma de alteraciones en la analítica de orina y/o sangre.
En el análisis de orina puede encontrarse pérdida de proteínas (proteinuria) y glóbulos rojos (hematuria). En la analítica de sangre pueden encontrarse datos que indiquen al médico que los riñones no están funcionando de forma correcta, como puede ser el aumento de la cifra de creatinina.
Los síntomas aparecerán, cuando la nefritis esté establecida, en forma de cansancio, dolor de cabeza, sensación de mareo o hinchazón (edema) de piernas o párpados. En ocasiones se desarrollará un síndrome nefrótico.
Como en las fases iniciales de la nefritis no suele haber más que signos que el médico encuentra en la exploración clínica o en la analítica, se comprende que es fundamental seguir las revisiones periódicas en caso de tener un LES.
Preguntas frecuentes
¿Qué es el Complemento y qué papel representa en la Nefritis Lúpica?
El complemento es un conjunto de moléculas, componentes del sistema inmune innato, que tienen capacidad para producir inflamación y destrucción de las células. El sistema del complemento incrementa la capacidad de los anticuerpos y células fagocíticas de aclarar los agentes infecciosos y las células lesionadas del organismo, promueve la inflamación y ataca la membrana celular de los agentes patógenos. Además, recluta y activa a los anticuerpos generados por el sistema inmune adaptativo.
La implicación del complemento en la patogénesis del Lupus Eritematoso Sistémico (LES) está bien establecida. Las deficiencias congénitas del complemento predisponen al desarrollo del LES y la activación del sistema del complemento, por parte de los autoanticuerpos e inmunocomplejos, contribuyen a la inflamación y lesión de los tejidos. En la nefritis lúpica está clara la participación del complemento. Esto ha supuesto que la medición de sus niveles se haya utilizado como biomarcador de actividad de la enfermedad. En concreto se miden las fracciones C3 y C4 que, como fruto de esa mayor actividad, se van a consumir, lo que hace que los pacientes con LES activo presenten descenso de C3 y C4 en sangre.
No obstante, las mediciones de C3 y C4 tienen algunos inconvenientes. En particular, el rango de ambos en plasma normal es muy amplio y se solapa con lo observado en pacientes con LES. Debido a sus altas concentraciones, especialmente del C3, puede ser difícil detectar pequeños cambios en su concentración, no pudiendo apreciarse ligeros descensos. Por otra parte, el consumo de C3 y C4 durante la activación del complemento, puede dar lugar a un aumento de su síntesis, para compensar su consumo, lo que puede suponer que no haya un cambio neto de los niveles de dichas proteínas.